Desde el barro y los cartones hemos crecido. Son 150 años que hemos sido vistos con miseria, pero les estamos demostrando que la 13 se pinta diferente, aunque la violencia se reduzca, seguimos luchando desde nuestros hogares por la paz. Aunque este recorrido se haya acortado, nuestro trabajo no. El arte y la música han recobrado la memoria, alejando a nuestros hijos de las pandillas y educando.
La guerra no ha disculpado nada y cuesta pensar en un escenario posible en los que no estamos más inmersos en ella. Después de Orión todo cambió, aunque no puede decirse que ha sido precisamente para “mejor”. El conflicto nunca ha distinguido entre malos o buenos, sólo estamos los que somos víctimas.... y el resto.
Con la cabeza llena de tristeza e incertidumbre por saber si volverán, me levanto del piso, ordeno la casa y me dispongo a recorrer el barrio. El daño es inmenso, pero juntas sabemos cómo remediarlo. Miles de niños y niñas huérfanos encuentran otro hogar, nosotras los cuidamos y educamos para que en un futuro la misma historia no se vuelva a repetir.
Audio o video de líder
Lo único que queda es sanar. Sólo mirar para atrás para construir la memoria desde nuestra música y arte, para resistir.